Invierno, tiempo de naranjas

Las labores de ganchillo tienen muchas aplicaciones.
Una de ellas son hacer puntillas para unir los trozos de tela o rematar los bordes de unos protege-cestos como los de las fotografías:

Un camisón:

Una de mis primeras creativas fue este camisón. Lo cosí en el año 1948.

La tela es de seda. Fue comprada en un establecimiento centenario de mi ciudad, especializado en telas de calidad. Entonces se compraban los metros de tela deseados, y los cortaban de una pieza que contenía muchos más.
La idea la saqué de un figurín -revista de modas- y luego la adapté, con otros detalles, a mi gusto.

Los patrones los elaboré yo. Primero los dibujaba sobre papel, y después con un jaboncillo los marcaba en la tela. Más tarde los hilvanaba y ya los pasaba a la máquina.

Por último le ponía el pasacosturas, en este caso de encaje finito, y por allí metí la cinta, de raso. Para que destacase la elegí de color marrón tabaco.

Todavía  lo conservo; aunque ya está fuera de uso me gusta tenerlo porque me trae recuerdos de otra época.

Mis primeros pasos...

En el año 1944, en septiembre, empecé a aprender a coser. Aún recuerdo la calle de La Comadre, donde estaba la academia. La profesora se llamaba María López.

En mayo de 1946, después de presentar los trabajos que exigían para la evaluación, obtuve el título de profesora de Corte y Confección. Tarea que desempeñé, con mi propia academia hasta el año 1953, año de mi matrimonio.

En aquella época las chicas se hacían ellas mismas el ajuar de novias. A pesar del tiempo transcurrido, todavía conservo algunos de aquellos trabajos.

Una de aquellas labores es esta bolsa para pan, con bordados hechos a máquína y el diseño creado por mi.

Detalle del bordado

Centro de mesa:

Este centro de mesa es el resultado de un ensayo, una muestra del motivo para realizar una colcha.

Mi madre, en el año 1976, realizó estos cuatro hexágonos, en hilo de perlé, del nº 5, de color beige, para comprobar cómo quedarían en un montaje para una labor más grande.

Un bolso de ganchillo:

Una labor fácil, entretenida y útil: hacer un bolso con hilo de algodón, en color crudo. Para darle mayor consistencia le pusimos asas de plástico.

Una imagen en detalle del punto:

Aquí un detalle de la terminación

La segunda vida de una labor:

Esta labor inicialmente era la parte superior de una colcha realizada por mi madre.

Hace tiempo decidí darle una segunda vida, quitándole los volantes de tela, y dividiéndola para lograr convertirla en un tapete para colocar sobre un arcón antiguo.

Detalles de la labor:



Una colcha:

Esta preciosa colcha de ganchillo fue elaborada por mi madre en 1973, para mi cama de matrimonio.
La labor resulta muy adecuada para el modelo de mueble, ya que es un modelo antiguo, del año 1953. Aquí se puede ver con detalle el motivo de la labor de ganchillo:

Mi primera entrada:

Este mes se cumplen 25 años de la desaparición de mi madre, Satur, la molinera.
Mi madre empezó desde pequeña a realizar labores de ganchillo y siguió durante toda su vida creando labores.

De ella he heredado el gusto por las labores artesanales.

Cada día recuerdo algunos de los instantes de su vida y he querido hacerle un homenaje empezando a publicar en este blog algunos de sus trabajos, que todavía conservo.